Olvídese de invertir en productos que no se aprovechen de la capitalización compuesta.

Muchas veces, habrán oído hablar de los beneficios del interés compuesto a la hora de invertir en fondos de inversión, pero ¿Qué es?

El interés compuesto, parte de la base de que los rendimientos obtenidos en la inversión se mantienen dentro de la inversión, y van creciendo a un tipo de interés constante. 

Queremos aclarar que los fondos de inversión no generan rentabilidades fijas, sino que pueden obtener cada año una rentabilidad diferente (lógicamente también negativa dependiendo de la evolución o riesgo del fondo). Sin embargo, si compramos un fondo de inversión y no lo vendemos en un periodo de tiempo determinado podremos aprovecharnos de los beneficios del interés compuesto. 

Quizás la mejor forma de ver esto, sea con un ejemplo:

Imaginen el inversor A, que invierte 50.000€ en un fondo, que le proporciona un interés del 3% anual. Al cabo de un año, tendrá 1.500€ de beneficio. Si este beneficio lo retira, y al año siguiente, vuelve a invertir los 50.000€ y saca otro 3%, obtendrá otros 1.500€ de beneficio. Por lo tanto, al cabo de dos años, el inversor A ha obtenido 3.000€ de ganancias. En este caso, el inversor A, no se ha aprovechado de la capitalización compuesta. 

Imaginen el inversor B, que invierte de igual manera 50.000€, pero deja los beneficios que le ha dado el fondo el primer año, sin retirar. El segundo año, invertirá 51.500€, por lo que, si saca otro 3% de rentabilidad, obtendrá una ganancia de 1.545€. Es por ello que este inversor B, al cabo de dos años habría obtenido 3.045€ de ganancias.

En este caso, el inversor B, sí se ha aprovechado de la capitalización compuesta. 

Nota: En el ejemplo hemos supuesto que el fondo de inversión ganaba la misma rentabilidad dos años seguidos para simplificar el ejemplo.

Como ven, la diferencia entre reinvertir o no los intereses generados cada año, es muy importante, especialmente si lo aplicamos a largo plazo donde la diferencia entre invertir o no con un sistema de capitalización compuesta es realmente importante, y para muestra, les traemos un ejemplo:

¿Saben en cuánto se convierten 25.000€ tras 20 años de inversión a una tasa de rentabilidad promedio del 5%?… pues en casi 67.000€. ¿Y si la tasa de rentabilidad promedio fuera del 8%?… pues ligeramente superior a 116.500€. 

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