Generalmente cuando hablamos de los errores que se cometen al invertir, hacemos mucha mención a la incidencia que tiene la psicología humana en la toma de decisiones de inversión.
Llegar a manejar adecuadamente este componente psicológico, tiene una gran importancia a la hora de manejar correctamente nuestras inversiones.
Existen muchos factores que entrarían dentro de este entramado de decisiones psicológicas, e iremos viéndolos a lo largo de una serie de artículos breves que tenemos pensado ir haciendo al respecto. Hoy comenzaremos por la “aversión a las pérdidas”.
Numerosos estudios han demostrado, que a la hora de invertir, el efecto negativo que nos produce una pérdida en nuestro estado de ánimo, es mayor que el efecto positivo que produce un beneficio. O lo que es lo mismo, mentalmente, cuando ganamos dinero nos sentimos bien, pero la fuerza de ese sentimiento es menor que la fuerza que tiene el malestar que sentimos cuando perdemos dinero.
Aquí radica uno de los principales errores a la hora de invertir, y es que en la mayoría de ocasiones, se toma la decisión de mantener un activo en cartera por el mero hecho de no querer realizar pérdidas en el mismo, lo que generalmente suele ocasionar el quedarse atrapado de manera indefinida en una mala inversión o ir acumulando cada vez más pérdidas. Tomemos como ejemplo, la cantidad de inversores que llevan años invertidos en acciones como Telefónica o Banco Santander, acumulando cada vez más pérdidas y sin ver una salida a corto y medio plazo a esa situación.
En nuestra opinión como asesores financieros, creemos que debemos de entender y asimilar que dentro de una estrategia de inversión, las malas decisiones tienen cabida, y que es posible que en un momento determinado se invierta en algo que no funcione bien. Es por ello que hay que mentalizarse en que habrá ocasiones en las que haya que realizar pérdidas, y buscar la recuperación en otra inversión que pueda tener un mejor comportamiento. Si por ejemplo nos fijamos en el comportamiento en los últimos dos años de algunos sectores como el energético o el financiero (desde el lado negativo) y el tecnológico o el sanitario (desde el lado positivo), podemos concluir que si bien es perfectamente factible haber invertido desde el inicio en cualquiera de estos sectores, el haber mantenido la inversión en el sector energético o o financiero habría sido un gran error. Si hubiéramos puesto por ejemplo un margen de pérdida máximo de un 10% en nuestra inversión, nos habríamos evitado una buena parte de la caída que llevan acumulada estos sectores, y habríamos podido buscar la recuperación en otro sector.
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#resuelvetusinquietudesfinancieras
El tema de invertir es un tema qué me apasiona y lo disfrutó , pero como toda decisión a tomar y más sobre todo en invertir siempre hay un riesgos a corto o largo plazo. Pero debes saber en qué quieres invertir hazlo por algo qué te guste , pero no impulso e informante sobre todo.