Con cierta frecuencia, hablamos con inversores autodidactas, personas que sienten un gran interés por el campo de las inversiones y que suelen manejar su patrimonio de manera independiente y sin ayuda de terceros.
Sin embargo, hemos detectado algunos patrones de conducta en este tipo de inversores, que creemos que son erróneos. Uno de ellos, es que hemos observado que algunos de estos inversores, suele hacer la selección de productos a añadir en su cartera, en función de las comisiones, escogiendo aquellos que son más baratos y descartando otros simplemente por el echo de considerarlos caros.
En nuestra opinión, el tema de las comisiones tiene importancia, pero ni mucho menos creemos que es un factor determinante a la hora de seleccionar un producto de inversión. De hecho, en el terreno de los fondos de inversión por ejemplo, se puede comprobar que los fondos más baratos, no suelen ser los que mejor rentabilidad han obtenido, especialmente en fases donde el mercado no tiene un sesgo alcista.
Esto suele ocurrir porque los fondos de inversión con comisiones de gestión más baratas, dentro de una categoría, por ejemplo la renta variable, suelen indexarse a un índice de referencia, replicando el comportamiento de este, mientras que los fondos de inversión más caros, suelen tener una gestión activa de la cartera, que a largo plazo suele dar mejores resultados.
Al fin y al cabo, hay que tener en cuenta que cuando estamos pagando una comisión de gestión, estamos pagando a un equipo de gestores profesionales, que se dedican a buscar generar rentabilidades positivas año tras año. Esto no quiere decir que todos los años lo consigan, pero sí que al menos hay un trabajo activo para ello.
#resuelvetusinquietudesfinancieras
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